domingo, 26 de mayo de 2013

NAVEGAR A VELA SIN MAR: SALUDABLE Y DIFERENTE



Para los que hemos nacido en el litoral nos resulta extraño concebir los deportes náuticos sin el mar. Por eso os quiero presentar a Rafael Samaniego Oviedo, tiene 51 años, al verlo y hablar con él se nota que su estilo de vida es activo y saludable, al ver su foto me daréis la razón.

Arquitecto de profesión ha decidido hacer de su hobby, la navegación a vela, su nueva forma de ganarse la vida. 


Rafa ¿cómo conociste la navegación a vela? 


Primero por mi hermano mayor, con el que me llevo 20 años, tenía un barco crucero (tiene cabina) y más tarde otro hermano tuvo otro de vela ligera, ambos en el pantano de San Juan. Con 20 años hice un crucero por Palma de Mallorca durante una semana en la que se dieron todas las situaciones posibles en un barco, desde calma chica a tormentas por la noche. ¡Fue fantástico! Nunca lo olvidaré. 
Con el tiempo también yo he tenido mi propio barco crucero de 20 pies, unos 7,10 m. en el Pantano de San Juan, situado entre los términos municipales de las localidades madrileñas de San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa, situado en un estrecho valle rodeado de montañas su superficie es de 650 hectáreas.

Pero ahora estás en El Burguillo, ¿qué pasó?

Por su cercanía con Madrid o por tradición, no sé, San Juan está masificado, hay unas 900 licencias y siempre está lleno de gente. Por otra parte, necesitaba abaratar costes o bien tendría que vender el barco, por lo que estuve buscando algo más económico por los alrededores y me encontré con la sorpresa de que a un cuarto de hora de San Juan estaba El Burguillo, a 80 Km de Madrid por la carretera de los pantanos. Tiene un 40% más de capacidad que el pantano de San Juan, siendo más largo y ancho, hay un pequeño club náutico con unos 50 barcos (pocos de motor), frente a los 900 barcos con licencia del pantano de San Juan.



Se encuentra a pie de Gredos, en su falda norte, y linda con la Reserva Natural del Valle de Iruelas.



Tiene una playa preciosa sólo accesible mediante barco y la particularidad de una isla muy bonita con un castillo, donde puedes alojarte ¡e incluso casarte!. Aquí veis una foto de mi barco entre las almenas. 
Su entorno es abierto y despejado de montañas próximas por lo que tiene un viento limpio y constante que no falta ningún día. Esto le convierte en el mejor pantano para la práctica de la vela de la zona oeste de Madrid.

Ya no te dedicas solamente a disfrutar de la vela... 

Realmente al conocer El Burguillo he visto que es un lugar excepcional para hacer muchas cosas que en otro enclave no podría hacer, por ejemplo ofrezco diferentes tipos de paseos: clásico de 1 hora, Bautismo de Vela (2h), Despedidas de Solter@, Perfeccionamiento de Titulados, etc. Todo ello con interesantes descuentos y compatibles con diversas actividades en la zona.
Hacia la playa para la despedida de solter@
Todo ello lo podéis ver en mi web   www.burguillo.es o bien podéis informaros llamándome al teléfono 610 387 435, incluso si queréis saber dónde podéis comer,  alojaros o qué otras actividades hay.
Hermita







¿Qué opina tu familia de la vela?
Tanto a mi mujer como a mis tres hijos adolescentes les gusta que salgamos con el barco, hemos pasado momentos en familia muy entrañables y divertidos.  

 ¿Por qué recomiendas este deporte?

Sinceramente pienso que es un deporte muy completo tanto físico como mental. El barco requiere un mantenimiento para su óptima conservación. Antes salir a navegar tienes que hacer una larga preparación, lo primero la previsión meteorológica y luego la preparación del barco en sí.


Cuando ya estás navegando, debes estar concentrado en lo que está pasando fuera y dentro del barco, preparado para cualquier imprevisto mientras respiras el aire limpio. Después de un día de vela llego cansado a casa porque es un esfuerzo físico importante. Todo lo anterior es bueno a nivel mental y emocional, es enormemente relajante y vigorizante a la vez. Es mi pasión, después de mi familia.




Bueno, ya sabéis, para una experiencia inolvidable hablar con Rafa, él os propondrá montones de planes que sin duda recordaréis con cariño. Y para más historias sobre vida activa y saludable, belleza, nutrición deportiva, gestión de peso e incluso publicar la tuya propia visita TU HISTORIA en www.mavalife.com

viernes, 15 de marzo de 2013

SENDERISMO EN GIEWONT POLONIA


Hola, me llamo Salva Manzano, realmente hace tiempo que no hago una buena ruta senderista. Es difícil sacar tiempo. Mi mujer trabaja los sábados, con lo cual no tenemos la posibilidad de coger el coche y hacer excursiones de fin de semana, cosa que a mí me encantaría. Eso sí, cuando se presenta la oportunidad, normalmente en verano, no la desaprovechamos.

 Las últimas excursiones reseñables fueron este verano. Almudena y yo teníamos vacaciones el mes de agosto y aprovechamos para hacer un viaje de diez días a Polonia. Es un país muy interesante y que todavía tiene unos precios asequibles. Fuimos a Cracovia y el objetivo era ir al norte, a Gdansk. Pero antes, mis amigos Luismi y Jota, que eran los organizadores del viaje, decidieron ir al sur, a una pequeña ciudad llamada Zakopane. Aunque el viaje a Polonia fue más bien cultural y gastronómico-festivo, en Zakopane, conocida como la capital de invierno de Polonia, disfrutamos de un buen día de deporte en la naturaleza. Zakopane se encuentra en la parte sur de la región de Podhale, cerca de la frontera con Eslovaquia y a los pies de los Montes Tatras, que son la mayor cordillera de los Cárpatos (o al menos eso dice la Wikipedia), además de un Parque Natural donde hay muchas especies protegidas, incluso osos pardos El caso es que desde Zakopane cogimos un autobús que en muy poco tiempo nos dejó a los pies del Giewont, que es un macizo montañoso que forma parte de los Tatras occidentales, y cuyo pico más alto tiene 1.895 metros. Lo primero que pensamos al mirar hacia arriba fue "mejor cojamos el teleférico". Pero afortunadamente había una cola muy larga y decidimos subir andando. Digo afortunadamente, porque aunque me hubiera encantado ver las vistas desde el teleférico, al no cogerlo pudimos disfrutar de un estupendo día de senderismo, uno de los mejores que recuerdo.
  Lo primero que nos llamó la atención fueron los carteles anunciando que había osos en los alrededores, aunque la verdad es que no vimos ninguno. Lo segundo que me llamó la atención fue que, además de numerosos excursionistas, había también una especie de peregrinaje religioso: un grupo bastante numeroso de gente, incluidos un cura y varias monjas en sandalias, subían a muy buen ritmo. De vez en cuando paraban para rezar alguna oración (por supuesto, en polaco) y después continuaban. En un repecho del camino, pararon y celebraron una misa al aire libre. Fue bastante curioso. Después de una hora y media de subida y con un paisaje espectacular, valles abajo y los picos del Giewont arriba, hicimos un alto en una cabaña en la que nos tomamos unos bocadillos y unas cervezas bien fresquitas para coger fuerzas. Lo bueno del senderismo es que en un momento dado no es incompatible con tomarse una cerveza (eso sí, siempre con moderación). En ese momento mucha gente daba media vuelta y otros continuaban. Como la comitiva religiosa continuó la ascensión, mis amigos decidieron que no podíamos ser menos y continuamos marcha arriba. Aquí comenzó la parte realmente difícil: la pendiente se hizo más dura y el camino más estrecho. En un momento dado llegamos a una especie de escaleras naturales muy empinadas (y concurridas). Cada dos por tres había gente sentada haciendo un pequeño descanso y nosotros también tuvimos que parar unas cuantas veces. Era una ascensión realmente dura si no estabas medianamente en forma.
Finalmente llegamos a uno de los picos, creo que el que llaman Pequeño Giewont, desde el cual se ve el que creo que llaman Gran Giewont y en el que hay una gran cruz, destino final de los peregrinos a los que he mencionado antes. Ni que decir que el paisaje era espectacular. Siempre que llegas a la cima de una montaña te embarga una sensación muy especial. Yo creo que da igual que seas un senderista profesional o un simple aficionado (como es mi caso): cuando llegas arriba te sientes genial, mejor cuanto más te ha costado llegar. 

 Al cabo de un rato vimos unos ala-deltas volando muy alto. Aunque tengo vértigo, me dio mucha envidia. Me gustaría saber que es lo que se siente. Debe ser una sensación de libertad maravillosa. Después de un rato de descanso, en lugar de dar media vuelta y volver por el mismo camino, bajamos por el otro lado de la montaña. También había un camino, pero estaba mucho menos concurrido que el de la subida. Tengo muy mal sentido de la orientación, así que no puedo especificar si subimos por la cara norte y bajamos por la sur, o viceversa. No me suelo preocupar de esas cosas, simplemente disfruto del paisaje. El caso es que el descenso fue bastante duro. En algunos momentos no me avergüenza decir que utillicé la vieja técnica del "arrastraculos" que, a pesar de ser poco decorosa, siempre me ha dado buenos resultados en situaciones complicadas. Eramos cinco amigos: Jota, Luismi, Susana, Almudena (mi mujer) y yo. Curiosamente, a Almudena, que era la que más había sufrido en la subida, se le dio muy bien la bajada. Nos tuvo que esperar en varios momentos. Durante el descenso me sorprendió ver varias parejas que subían con niños pequeños en sillas de esas para la espalda. Pensé que estaban locos o en muy buena forma física (probablemente las dos cosas). Tal vez eramos nosotros los que no estabamos en muy buena forma, jejeje. De algunas rocas caían chorritos de agua cristalina, y se podía beber directamente. Nos vino bien, porque en la subida habíamos acabado la única botella de agua que llevabamos. Un poco más abajo había un riachuelo con una de las aguas más frías que recuerdo haber visto. Conseguí meter los pies pero no puede tenerlos dentro más de medio minuto. Por fin llegamos a un camino con una pendiente muy suave, al final de la cual habían furgonetas que en pequeños grupos te devolvían a la civilización. Susana había calculado los kilómetros con una aplicación de esas de móvil con GPS. No recuerdo cuantos kilómetros hicimos exactamente, pero fueron bastantes, todos nos sorprendimos al verlos. En total estuvimos más de seis horas de excursión por la montaña, con lo que quitando los descansos, calculo que fueron unas cinco horas de caminata. Para celebrar que habíamos sobrevivido, decidimos ir a un buen restaurante de carne a la brasa. Por cierto, las salchichas polacas no tienen nada que envidiar a las alemanas ;-). Para más historias visita www.mavalife.com

domingo, 24 de febrero de 2013

TURISMO RURAL EN EL VALLE-CARRASCOY


Senderismo, naturaleza, cultura, gastronomía murciana, submarinismo, playas...
¿Dónde podemos tener todo esto a un precio muy económico?

Como opción de ocio cada día está más valorado el turismo rural por las múltiples ventajas que ofrece. Me sorprende la sensación de pertenencia a la tierra o vuelta a casa, no sé cómo definir lo que he sentido cada vez que he visitado una casa rural.
Yo como madre valoro mucho los lugares seguros, tranquilos y que ofrecen muchas actividades en contacto con la naturaleza.
 Además de cultura gastronómica (me encanta probar platos típicos de cada lugar) hay gran cantidad de conocimientos que poseemos y que podemos transmitir a nuestros hijos paseando por la zona o visitando un pueblo y me atrevo a asegurar que necesitamos ese ambiente relajado, de descubrimiento, para pararnos a explicar por ejemplo cómo se llama tal planta y para qué sirve.
Permitidme que os hable de una casa rural que me gusta mucho y recomiendo principalmente porque está ubicada en una zona privilegiada. En la cara Sur de la Sierra de Carrascoy se encuentra La Casa del Marqués www.lacasadelmarques.com . Es una casa grande y agradable, con todas las comodidades sin perder su encanto rustico, ideal para un grupo de amigos e incluso 2 familias.
 Tanto para un fin de semana, puente o vacaciones te va a faltar tiempo para conocer todo lo que esta excelente ubicación te puede ofrecer.
Desde aquí se puede visitar el Observatorio Astronómico, hacer senderismo por el Parque Regional El Valle y Carrascoy, visitar las ciudades de Murcia y Cartagena o las playas de La Manga, Mazarrón…



 ¿Cuánto tiempo se necesita para disfrutar de tantas posibilidades? Con seguridad es un destino que debemos repetir.

Como un vídeo vale más que mil palabras os propongo éste que me ha gustado muchísimo, decidme ¿se nota que soy de Cartagena?
Para más historias visita www.mavalife.com Espero vuestros comentarios y sugerencias. Hasta pronto

lunes, 11 de febrero de 2013

DE SENDERISMO A VARIOS 4.000 EN LOS ALPES

TODO COMENZÓ CON UNA CAMINATA POR EL MONTE por Jojope.


Yo no solo no era deportista sino que era tan asmático por culpa de mi alergia que ni me lo planteaba. Fue precisamente por este problema de asma que empecé a dar un paseo por el monte Roldán en Cartagena para buscar aire puro que me aliviara. Tenía por aquel entonces 25 años.
La experiencia me gustó tanto que repetí varias veces. Más tarde invité a unos amigos a que se me unieran, siempre es mejor si vas acompañado: más risas, más ánimos y sin darte cuenta avanzas más. Desde ese momento todo fue muy rápido, de senderismo por paisajes preciosos tanto por monte como por playa a trekking que nos permite hacer caminatas de varios días, después alta montaña, alta montaña invernal, alpinismo, con 28 años conocí la escalada y con 36 años he hecho incluso varios 4.000 en los Alpes.
Mi objetivo inicial se ha cumplido ya que no necesito inhaladores, pastillas ni ninguna otra medicina para la alergia, pero además he disfrutado de experiencias inolvidables que en un principio pensé que nunca podrían ser para mí. Os animo a que mejoréis vuestra forma física, poco a poco pero con constancia, el ejercicio físico junto con una alimentación equilibrada son esenciales para mantener el cuerpo y la mente en buenas condiciones. Todos tenemos ejemplos de personas que con todo en contra han luchado por seguir su sueño, nuestra salud se merece que soñemos a lo grande, pongamos los medios necesarios para que dichos sueños se cumplan y empecemos ¡YA!. Para más historias visita www.mavalife.com

Buscando mi queso encontré Herbalife

Cuando mi marido cerró su negocio en el 2010, un amigo le regaló el libro ¿Quién se ha llevado mi queso? de Spencer Jonhson. Para quién no lo haya leído diré que es una fábula sobre cómo reaccionamos las personas ante la adversidad en el mundo empresarial y por ende laboral. 
A lo largo de mi vida me he visto reflejada en algunos de los personajes de la historia. Cayéndome y volviéndome a levantar; unas veces sintiendo que he aprendido algo nuevo, otras simplemente sabiendo que no puedo permitirme el lujo de estar lamiéndome las heridas.
En estos momentos me embarco en una nueva aventura, ser Distribuidora Independiente de Herbalife y mientras escribo esto me viene a la memoria un eslogan: " ¿Por qué Herbalife? ¿Por qué ahora? No voy a contestar a estas preguntas, lo que sí quiero es contarte lo que para mí supone. 
Por lo pronto yo tenía los mismos prejuicios que otras muchas personas: no conocía la diferencia entre empresa multinivel y fraude piramidal, además tenía mucho miedo de no saber vender, que a nadie le interesen los productos y muchas más trabas reales o imaginarias que te minan la confianza.
No obstante a favor hay datos reales: antes de pensar en ser distribuidora yo consumía los productos porque me hacían mucho bien, realmente funcionan y si mejoraron mi calidad de vida también ayudarán a otras personas a las que yo puedo llegar. Herbalife es una empresa sólida, con un equipo muy importante de apoyo y formación. Precisamente la formación es lo que ha desterrado mis prejuicios y me ha abierto nuevos horizontes, en este sentido quiero agradecer el curso gratuito de la Universidad de Alicante (CMUA) cuyo enlace es: www.cursocommunitymanager.com Y lo más importante va ha ser la primera vez que soy mi propia jefa, con todo lo que ello supone de bueno y malo, realmente espero conseguir la tan ansiada conciliación laboral y tranquilidad económica que todos deseamos.
Acompáñame en este nuevo camino lleno de promesas, esfuerzo, alegrías y sinsabores, en fin la vida misma.